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Dresde tras el bombardeo. Foto de Richard Peter tomada en
1945. Fuente: Deutsche Photonek.
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Dresde (
Dresden), la capital de
Sajonia (Alemania), está
incluida en una hermandad a la que nadie querría pertenecer: la de las ciudades
que han sido arrasadas por las bombas. En el mismo conflicto, en mayor o menor
medida, compartió suerte con Hamburgo, Coventry, Hisrosima y Nagasaky. Otras guerras,
pasadas, presentes y futuras, como mejor reflejo de la infinita estupidez
humana, hicieron, hacen y harán que otras ciudades también se puedan incluir en
tan terrible hermandad.
Hay grandes discrepancias entre las cifras de muertos tras
el ataque a Dresde, desde unos 25.000 hasta los 100.000 según fuentes e
intereses, pero lo que realmente cuenta es que hubo muchos muertos civiles cuya
única culpa era la de estar allí o haber nacido en un determinado país. Al
final, las víctimas de acciones de guerra contra la población civil, sean de la
nación que sean o defiendan el interés que les haya tocado en suerte,
pertenecen siempre a un mismo bando; el de los muertos.
Dresde quedó completamente destruida hasta dejar icónicas
imágenes de edificios convertidos en espadañas de cemento alzándose a los
cielos como súplica inútil. De la Florencia del Elba no quedó mucho. En la
primera tormenta ígnea producida por el ser humano, tras alcanzar temperaturas
capaces de fundir el acero, se perdieron para siempre las vidas de unos y las obras
de otros.
La Iglesia de Nuestra Señora (Frauenkirche), el edificio más notable de la ciudad fue una de las
víctimas y sus ruinas se mantuvieron durante muchos años como recuerdo de la
barbarie.
Tras la caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989 y la
posterior reunificación alemana, se abordó la reconstrucción de la iglesia casi
de forma inmediata, en 1990 y estuvo concluida para antes del sesenta
aniversario del bombardeo. Aunque la iglesia ocupa hoy el mismo lugar que tenía
antes del bombardeo y su aspecto es muy similar, el resto de la ciudad ha
cambiado bastante desde su imagen original. La reconstrucción dirigida por la
antigua URSS se hizo con un pragmatismo total y acuciada por la urgencia de lo
inmediato, con lo que no se respetó la disposición original.
Dresde no es, hoy en día, un destino del turismo general,
aunque sí estás cerca, como en el caso de que pases unos días en Praga, merece
la pena desviarse un día para visitar su imagen que vuelve a estar presidida
por la inmensa cúpula de la
Frauenkirche. Desde Praga hay autobuses diarios a Dresde y excursiones organizadas.
El excelente funcionamiento de la biblioteca permite, incluso,
contemplar en Internet muchos de los fondos digitalizados; entre ellos, todas
las obras de Albinoni (originales) de que dispone.
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Imágenes actuales de la
ciudad de Dresde. Fotomontaje de Foxy1219 (usuario wiki) a partir de
fotografías de Kolossos (usuario wiki),
Jorge Royan, Brücke-Osteuropa y Steffen Müller. |
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