Escuchar el Adagio de Albinoni ―este el nombre que siempre tendrá― es
toda una experiencia. Si ya lo has disfrutado, no te importará hacerlo una vez
más, y hasta descubrirás algún pasaje nuevo o un matiz diferente, tratarás de
retener las últimas notas del violín y se te pondrá la carne de gallina en los
momentos más álgidos. Si no lo has escuchado nunca, no dudes en reservar diez
minutos de tu vida para sumergirte en una de las composiciones más hermosas que
jamás se haya escrito. Baja la iluminación, sube el sonido y déjate llevar.
Aquí dejo un enlace a una versión disponible de forma libre, grabada en la Basílica de la
Abadía de Pannonhalma (Hungría) por la
Franz Liszt Chamber Orchestra .
Desde mi gusto particular, la grabación con la que más he disfrutado es la
realizada por la Berliner Philharmoniker Orchestra, en Septiembre de 1983, bajo
la dirección del gran Herbert von Karajan, con David Bell como organista y Leon
Spierer como primer violín.
La comercializa el sello Deustche Grammophon en un CD, junto con algunas
de las composiciones más conocidas del barroco.
Este es el enlace.
El adagio es un tempo musical definido en la terminología anterior a la invención
del metrónomo. El tempo es una
indicación de la velocidad a la que debe ejecutarse una pieza musical. En la
actualidad, se define usando como unidad las pulsaciones por minuto (ppm) o, en
términos anglosajones, beats per minute
(bpm). Esta unidad define el número de negras o corcheas que deben
interpretarse en cada minuto por lo que es una forma de definir lo rápido que
se ejecuta la melodía.
En
muchas ocasiones, el compositor indica el tempo
en su composición, pero en otras queda a discreción del intérprete, que
puede optar a una ejecución más o menos rápida según el momento, el lugar o lo que
desee transmitir.
Los tempi lentos, de menor a mayor velocidad
son: larghisimmo (menos de 20 ppm), largo,
lento moderato, lento, grave y larghetto
(60 a 66 ppm).
Los tempi intermedios, de menor a mayor
velocidad son: adagio (66 a 76 ppm), adagietto, tranquillo, tranquillamente, affetuoso,
andante, andante moderato, andantino, moderato espressivo, moderato, allegretto
grazioso, allegretto, allegro moderato y allegro (110-168 ppm).
Los tempi rápidos y muy rápidos, de menor a
mayor velocidad son: vivace (132 a
160 ppm), vivo, allegrissimo, presto,
vivacissimo, vivacissimamente, prestissimo y allegro prestissimo con fouco (más
de 240 ppm).
Como se
puede observar, no hay un valor exacto en la transcripción de las indicaciones
anteriores a la invención del metrónomo a los valores exactos en ppm. Por ello,
siempre queda un cierto margen a la interpretación por parte de quien ejecute
la melodía.
En
general, los tempi pueden actuar para
dotar a la melodía de un carácter triste, festivo o solemne por lo que su
alteración puede hacer perder la intención inicial del compositor. En el caso
de la melodía Adagio de Albinoni de
Remo Giazzoto, el tiempo de ejecución puede variar desde poco más de ocho
minutos hasta casi doce minutos, Así, en las dos opciones que se enlazan desde
esta página hay tiempos muy diferentes para la duración de la pieza: para la
interpretación de la Orquesta de Cámara de Liszt no llega a nueve minutos,
mientras que para la versión de Karajan supera los once minutos, mucho más
lenta, más hiriente, más triste...
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