Febrero de 1945. Mientras Alemania camina hacia la derrota total en la Segunda Guerra Mundial, Dresde, una ciudad de escaso valor militar, es bombardeada con tal dureza que se produce la primera tormenta ígnea de la historia. En ella arde y se consume la vida de miles de civiles, allí se queman y se pierden para siempre obras de arte y arquitectura de valor incalculable, tesoros que no tienen otro dueño que la Humanidad. En la biblioteca, muchas de las piezas únicas no pueden escapar a tan negro destino.

Meses más tarde, acabada ya la guerra, el musicólogo Remo Giazotto viaja a una devastada Dresde siguiendo las huellas de un compositor veneciano casi desconocido, Tommaso Albinoni, con la esperanza de encontrar alguna de sus obras perdidas en las ruinas de la biblioteca. Las cenizas de la ciudad le esperan para mostrarle su dolor de una forma inesperada.

Adagio


Escuchar el Adagio de Albinoni ―este el nombre que siempre tendrá― es toda una experiencia. Si ya lo has disfrutado, no te importará hacerlo una vez más, y hasta descubrirás algún pasaje nuevo o un matiz diferente, tratarás de retener las últimas notas del violín y se te pondrá la carne de gallina en los momentos más álgidos. Si no lo has escuchado nunca, no dudes en reservar diez minutos de tu vida para sumergirte en una de las composiciones más hermosas que jamás se haya escrito. Baja la iluminación, sube el sonido y déjate llevar.
Aquí dejo un enlace a una versión disponible de forma libre, grabada en la Basílica de la Abadía de Pannonhalma  (Hungría) por la Franz Liszt Chamber Orchestra .
Desde mi gusto particular, la grabación con la que más he disfrutado es la realizada por la Berliner Philharmoniker Orchestra, en Septiembre de 1983, bajo la dirección del gran Herbert von Karajan, con David Bell como organista y Leon Spierer como primer violín.
La comercializa el sello Deustche Grammophon en un CD, junto con algunas de las composiciones más conocidas del barroco. Este es el enlace.
 
El adagio es un tempo musical definido en la terminología anterior a la invención del metrónomo. El tempo es una indicación de la velocidad a la que debe ejecutarse una pieza musical. En la actualidad, se define usando como unidad las pulsaciones por minuto (ppm) o, en términos anglosajones, beats per minute (bpm). Esta unidad define el número de negras o corcheas que deben interpretarse en cada minuto por lo que es una forma de definir lo rápido que se ejecuta la melodía.
En muchas ocasiones, el compositor indica el tempo en su composición, pero en otras queda a discreción del intérprete, que puede optar a una ejecución más o menos rápida según el momento, el lugar o lo que desee transmitir.
Los tempi lentos, de menor a mayor velocidad son: larghisimmo (menos de 20 ppm), largo, lento moderato, lento, grave y larghetto (60 a 66 ppm).
Los tempi intermedios, de menor a mayor velocidad son: adagio (66 a 76 ppm), adagietto, tranquillo, tranquillamente, affetuoso, andante, andante moderato, andantino, moderato espressivo, moderato, allegretto grazioso, allegretto, allegro moderato y allegro (110-168 ppm).
Los tempi rápidos y muy rápidos, de menor a mayor velocidad son: vivace (132 a 160 ppm), vivo, allegrissimo, presto, vivacissimo, vivacissimamente, prestissimo y allegro prestissimo con fouco  (más de 240 ppm).
Como se puede observar, no hay un valor exacto en la transcripción de las indicaciones anteriores a la invención del metrónomo a los valores exactos en ppm. Por ello, siempre queda un cierto margen a la interpretación por parte de quien ejecute la melodía.
En general, los tempi pueden actuar para dotar a la melodía de un carácter triste, festivo o solemne por lo que su alteración puede hacer perder la intención inicial del compositor. En el caso de la melodía Adagio de Albinoni de Remo Giazzoto, el tiempo de ejecución puede variar desde poco más de ocho minutos hasta casi doce minutos, Así, en las dos opciones que se enlazan desde esta página hay tiempos muy diferentes para la duración de la pieza: para la interpretación de la Orquesta de Cámara de Liszt no llega a nueve minutos, mientras que para la versión de Karajan supera los once minutos, mucho más lenta, más hiriente, más triste...

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario